ADÍOS AL FORD FIESTA
La verdad es que llevo guardando este secreto más de lo que debería. Como me está pasando con otros post, estoy esperando a que en el templo tengamos 4G para empezar con nuestro Vlog (video blog en youtube) para publicar al mismo tiempo el escrito y el audiovisual. Honestamente, para estar viviendo una experiencia en un templo budista – todos os imagináis que estoy todo el día sentado repitiendo el mantra del ohm, lo sé – estoy trabajando en más proyectos de los esperados y desde luego, a pesar de vivir en el bosque en pleno silencio, tengo una vida tranquila a la vez que ajetreada.
Sin duda el tiempo libre no abunda para mí. He de decir, en defensa del templo, que nadie me está poniendo una pistola en la cabeza para trabajar tanto pero es que ya hace 6 meses, aterricé en un proyecto que se encuentra en un punto de inflexión y en pleno petardeo mediático y económico. Esto implica muchísimo trabajo y muchísimas nuevas vías.
Cómo os decía en el anterior post, mi rol ha cambiado y ahora mismo me encuentro a la espera de sustituto en mis funciones como cuidador de animales ya que Shifu – el nombre que recibe el maestro en artes marciales de cada templo, recordad al maestro Shifu (panda rojo) de Kung Fu Panda – lo está petando en Youtube y quiere montar una academia online de artes marciales y Qigong – ejercicio medicinal ancestral chino superrecomendable para todos los públicos del que os daré información en próximos posts – además de seguir innovando y probando nuevas vías para propagar el conocimiento Shaolin por el mundo.
Todo esto me tiene ocupadísimo y entusiasmadísimo en todo lo que estoy aprendiendo pero sinceramente, echo de menos escribir, compartir nuestras experiencias y recibir vuestro feedback así que no me aguanto más y os lo tengo que contar. Nuestro viaje con el viejo Ford Fiesta del 83 ha llegado a su fin.
Ya sé que nadie daba un duro por este viejo clásico pero si os soy sincero, creo que si lo hubiera cuidado un poquito mejor y mi viaje no se hubiera topado con Shaolin Temple Europe, aún seguiríamos viajando sin problemas con él. El problema surge cuando no mueves un coche viejo durante una semana de nevada intensa. He ahí el error.
EL ERROR QUE MATÓ AL FORD FIESTA
Tras esa semana el viejo Ford me llevó en su último viaje hacia Kaiserslautern para conseguir un poco de internet y tomar un buen café en un bar Indio del que ya somos – todos los jóvenes ansiosos de internet de calidad que vivimos en el templo – íntimos amigos y clientes vip. Después de este último viaje, nunca más volvió a arrancar.
Shifu, además de maestro en artes marciales, es maestro en mecánica de motos ya que ha construido su propia moto llamada “Shaolin Monster” y pensé que con su ayuda y conocimientos podríamos solucionar el problema. Primero cambiamos la batería, más tarde las piezas que producen las chispas para generar la combustión en el motor(bujías), pero nada. La chispa nunca volvió a aparecer.
Un mes más tarde, mi ya hermano Miao Fang – dedicaré al menos un artículo entero para este gran hombre – experto en millones de cosas relacionadas con ser un manitas integral, encontró la fuente del problema por la que no llegaba la chispa al motor y es que entre el motor y el motor de arranque, la pieza que continúa con el envío de esta chispa se había quebrado a causa del frio.
En total no me dejé más de 80€ para conseguir todas estas piezas – incluida batería nueva que creo que fueron unos 50€ – y cuando ya todo parecía solucionado, fuí a arrancar con toda mi ilusión y… nada. Entonces Miao Fang me explicó que lo único que faltaba era corregir y sincronizar las revoluciones que esta pieza realizaba para mandar la chispa de un lado a otro pero para esto necesitaríamos maquinaria. Esto implicaba garaje y esto significa más dinero del que posiblemente un coche nuevo podría suponer.
Desde un principio yo aposté por el Ford Fiesta, a pesar de que Shifu y Miao Fang insistían que no merecía la pena el gasto y que un coche por unos 300€ – que es lo que me costó el Ford Fiesta – era posible aquí en Alemania. No les faltaba razón.
LA DESPEDIDA ETERNA
Tras otro mes de incertidumbre y de diferentes envíos de fotos de coches interesantes por parte de Miao Fang, me decidí por una de las ofertas en detrimento de conservar mi querido Fiesta del 83. Este es el motivo por el que tuve un pequeño periodo vacacional en el tiempo de 2 semanas – en realidad pensábamos estar sólo una pero todo se complicó un poco bastante – con mi querido Miao Fang y su familia que además de ayudarme muchísimo con el tema de mi nuevo vehículo, me hicieron sentir a mi y a Urimuri – este es, por culpa de Shifu, el nuevo nombre de Ura para los amigos del templo – como en casa una vez más.
Tras dos semanas de aventura, aprender cosas nuevas y trabajo en una nueva tienda online, volvimos para despedirnos definitivamente de mi viejo amigo. El viejo Ford no ha hecho más que superar retos y aventuras superando así las expectativas de los más escépticos. Primero nos dimos junto a Nav y Nick – mis amigos del Machu Picchu Free Tour – un señor Road Trip por la costa vasca y francesa. Ahora nos ha traído desde Eibar ( País Vasco) hasta Alemania durante otro maravilloso mes de road trip por Europa que ni Ura ni yo jamás podremos olvidar. Estaremos eternamente agradecidos al Ford Fiesta, primero de todo por enseñarnos a conducir y segundo por habernos traído hasta una de las experiencias más enriquecedoras que jamás hayamos conocido.
Paradójicamente el vintage Fiesta nos abandonó el día en que Ura cumplía 3 años de vida por lo que fue un día ciertamente raro y especial para mí. Lo único que pudimos hacer fue sacarnos unas buenas fotos de despedida y honrar al viejo Forfi y a la cumpleañera con un pequeño paseo de 3 horas por los bosque que rodean nuestro el Templo Shaolin donde vivimos.
Ha sido toda una aventura tener este coche que durante apenas un año ha podido darnos tanto y al que tanto cariño le guardo y guardaré para siempre. Supongo que contaré a mis nietos cómo un Ford Fiesta más viejo que yo nos llevó a Ura y a mi hasta un templo Shaolin en el centro de Europa.
R.I.P Ford Fiesta.
P.d. Comprando en www.tiendaparamochileros.com nos estás ayudando a seguir con esta aventura. Recuerda que utilizando nuestros enlaces hacia Amazon no gastas ni un euro más y un pequeño porcentaje se viene a la hucha de Trotamundogs.
¡Ay, nooo! Ya le tenía cariño al Forfi independientemente de que jamás me hubiese montado en él 🙁 Supongo que, por paralelismo, puedo empatizar sobremanera con la situación y me da pena.
No se si a raíz de tu experiencia en el templo te resultará más sencillo no desarrollar apego por lo material, sin embargo, pienso que es inevitable cogerles cariño a determinados objetos, no por el objeto en sí, sino por las experiencias que vivimos en torno a ellos. Aún así, estoy segura de que vivirás muchas otras grandes cosas con tu nuevo compañero de viaje, ¡y nosotros deseando que así sea!
A todo esto, me apunto muy seriamente el tema de las nevadas para que no me suceda lo mismo. No queremos lamentar más pérdidas 😛
¡Mucha suerte con tus nuevas ocupaciones, me encantaría veros convertidos en los nuevos gurús de Youtube! jajaja
¡Abrazos! 🙂