Son primeros de agosto y mi sueño de tener una casa móvil sigue estancado. El verano está volando y yo sigo sin vehículo para poder desplazarme a diferentes lugares para tocar en la calle por lo que cierta parte de mí se siente un poco atrapada, y encantada, en el mundo de las fotos y el video. La cámara me está abriendo un mundo maravilloso del que me estoy enamorando pero sé que nunca podrá aportarme lo que la música lleva transmitiéndome tanto tiempo. Por esto, decido meter un poco de presión a Miao Fang. Siento que necesito volver a coger la guitarra y tocar en la calle.

Entiendo que Fang tiene la cabeza echa un lio y que no pasa por su mejor momento pero por otro lado también sentía que era el momento de dar carpetazo a este asunto para yo ganar en libertad y que mi amigo alemán se liberase de esta pequeña carga. Por ello acordamos quedar una semana a mediados de agosto donde finiquitaríamos el tema furgoneta. 

Previo a todo esto tuve que solventar todo el papeleo. Tras conseguir el libro de familia compulsado, Shifu me ayudó a encontrar un traductor oficial donde me traducirían a alemán el documento para finalmente acabar censado como residente en Shaolin Temple Europe. La traducción me costó al rededor de 80€.

Ahora tocaba inscribir el coche a mi nombre para lo cual necesité la ayuda de Miao Fang ya que poco alemán he aprendido hasta ahora – en el templo se habla sobre todo inglés – y para estos temas creo que facilita mucho las cosas el contar con alguien que, además de entender del procedimiento de registro de un coche, habla un alemán perfecto. Por ello, tras una larga mañana, conseguimos registrar mi nueva casa movil, una Fíat Ducato de 1994, a mi nombre con las iniciales de Miao You y el número que elegí en la matrícula. En Alemania puedes elegir número y dos letras en tu matrícula que acompañarán a las iniciales de la región donde registras el coche, en mi caso KL de Kaiserslautern. 

El registro del coche incluyendo la matrícula física fueron al rededor de 100€ a lo que sumaremos un impuesto de 450€ anuales. Para finalizar con todos los trámites me faltaba el seguro que me costará al rededor de los 550€ anuales. Para hacer el seguro no tuve ni siquiera que dar una cuenta bancaria. Te mandan una carta con el número de cuenta donde debes ingresar el dinero y listo.

Finalmente con todos los papeles en regla volví a montar en el maravilloso camión de Miao Fang para pasar otra semana con su familia. Esta vez no hubo visitas a sus panales de abejas ni a la cuadra con sus caballos y su burro. Fue tan solo furgoneta y furgoneta. No queríamos alargar la estancia porque una vez más, tras esta semana habría otro festival, el Ullambana Fest, y como os contaba en el primer artículo de esta serie, la semana previa a los festivales en nuestro templo es un poco estresante para ser un templo budista ya que hay muchísimas cosas que preparar. 

Honestamente, no creo que aportase demasiado al proceso de arreglar la furgoneta. Fang, no recuerda muchas cosas y según él, no sabe cómo hacer la mayoría de arreglos que hace. Pero cuando coge las herramientas sus manos directamente hacen magia y hacen lo que tienen que hacer. Por eso tras menos de una semana de trabajo la furgoneta estaba perfecta para viajar al fin del mundo lo que me llenó tanto a mí como a la familia Bells (el apellido oficial) de gran alegría. Ahora me queda como promesa volver a visitarles sólo por ocio y para conocer mejor la bonita area donde viven.

En este viaje además, volví a probar carne en la barbacoa que Fang realizó tras finalizar la furgo. Me di cuenta de algo que me sorprendió realmente y es que no pude terminar de comerme el pollo y me fui directo a la ensalada. He de reconocer que no me pasó lo mismo con las carne de cerdo, pero no sé por qué el pollo me pareció tan insípido que no me pareció que mereciese la pena matar a un animal por degustar ese sabor. Supongo que es una forma egoísta y poco empática – con respecto al animal – de empezar a rechazar la carne, pero sin duda es un sentimiento que sentí de sobremanera. Semanas más tarde, preparando y deshuesando el pollo para los perros un fuerte dolor de cabeza y ciertas nauseas invadieron mi cuerpo por lo que tras diez meses de dieta vegetariana, mi cuerpo empieza a rechazar la carne de forma natural. 

Sé que este es un tema controvertido y no me quiero posicionar ni juzgar a los comedores de carnes, vegetarianos, veganos ni derivados. Sólo os cuento mi experiencia y probablemente más adelante escribiré un artículo sobre mi opinión al respecto pero de momento sigo en periodo de aprendizaje y experimentación de esta experiencia alimenticia que es vivir una vida vegetariana.

Tras despedirme de la familia Belss por segunda vez, me dirigí hacia el templo en mi nueva furgoneta a ritmo de los Rolling Stones, Grateful Dead y mi inseparable cd de Joseba B. Lenoir que ya es banda sonora oficial de mi viaje. Por cierto, podéis seguir mi playlist TROTAMUNDOGS en Spotify donde voy añadiendo las canciones que se están anclando en mi cabeza durante este viaje.

Por segunda vez me dirigía hacia el templo con un festival a la vuelta de la esquina y con un montón de trabajo que hacer. Esta vez en el festival Miao Hai se coronaría como Novice y pasaría a llamarse Shi Miao Hai. Shi es la parte del nombre que te sitúa oficialmente y con un gran grado de responsabilidad dentro de una comunidad. Formar parte de esta ceremonia y ver como un amigo se convierte en noviciado fue un momento especial para mi ya que he tenido la suerte de vivir una ceremonia muy especial y ancestral desde muy cerca. 

Por cierto! No os he contado que esta escapada de casi cinco días lo realicé sin Ura. Todo se debe a que en noviembre de este año voy a hacer una escapada de cuatro días a Madrid – os explicaré más en el siguiente post –  y quería ver cómo reaccionaba Ura al estar alejado de mí en su nueva casa. Obviamente para ninguno de los dos es fácil vivir separados – y menos para ella –  pero está bien que tengamos estos pequeños distanciamientos para normalizar el hecho de que no nos veamos todo el tiempo en caso de que tengamos que separarnos por motivos de fuerza mayor.

En este caso, la fotografía hará que en noviembre nos separemos durante cuatro días y es que poco a poco esto que empezó como afición ya se ha convertido en un oficio real. Ahora no es que sólo trabaje como fotógrafo en el templo shaolin en el que vivo sino que además, el mes pasado, recibí la increíble noticia de que he sido aceptado en la plantilla de una importante empresa de fotógrafos de stock. Me queda mucho por aprender, pero sin duda esta oportunidad me abre las puertas de par en par para poder dedicarme a la fotografía y en concreto a la fotografía de stock la cual, si se me da bien, me da la posibilidad de vivir viajando gracias a las fotos.

Foto de www.olatzvazquez.com

En el próximo artículo os hablaré sobre mi experiencia como fotógrafo y os explicaré qué es esto de la fotografía de stock. Un mundo totalmente nuevo para mí pero que me abre las puertas del mundo gracias a una de mis pasiones. 

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